Un estilo de vida más consciente

La sociedad en la que vivimos y el ritmo de vida que se nos impone hace complicado tomar consciencia de nosotros mismos, de nuestra vida. Saborear cada momento se convierte en todo un reto cuando somos empujados continuamente a no salirnos del “sistema”.
Vivimos la mayor parte del tiempo sin darnos cuenta de que vivimos. Los automatismos nos facilitan la vida simplificándola pero nos llevan también a una vida menos consciente, desconectados de nuestro cuerpo, de nuestras emociones, de nosotros mismos e incluso de los demás. Dejamos de escucharnos porque nos falta tiempo y lo postergamos a mañana, al fin de semana, a las vacaciones. Y ese aplazamiento esconde el virus del malestar porque no hay que tomar por costumbre el dejarse para luego.
Necesitamos escucharnos, no sólo escuchar a los demás. Necesitamos más vida consciente y menos vida automática, para recuperarnos si nos hemos desatendido, pero también para sacarnos más partido mientras experimentamos el milagro que es vivir. Necesitamos corregir parte de nuestras inercias, llenas de velocidad, de juicios y prejuicios, alguna vez elaborados y, desde entonces, puede que incluso sean años, repetidos, sin cuestionarnos su verdad. Necesitamos más vida llena de nuestra propia presencia, de presente y de vida real. Porque vivir en las equivocaciones es vivir con la mente llena de pasado. Porque vivir en los anhelos es vivir con la mente llena de futuro. Porque cuando la mente y el cuerpo andan conectados regeneramos nuestra propia salud llenos de presente.
Estar aquí y ahora es vital para facilitar a nuestro sistema nervioso la vuelta al equilibrio perdido entre obligaciones, preocupaciones y velocidad. Necesitamos más vida presente, inmediata, simple, conectada con nosotros mismos, con nuestra naturaleza más básica, para volver a respirar. Parece fácil o innecesario porque todos respiramos. Sin embargo, respirar con consciencia es un descubrimiento que te impacta, te llena de salud y te devuelve a ti mismo.
Pasar de hacer a ser unos minutos al día, es una práctica que nos llena de vitalidad y de plenitud.
Necesitamos alcanzar un equilibrio entre lo automático y lo controlado, entre la inercia y la consciencia. Por un lado, ser conscientes de cada detalle, todo el tiempo, requeriría de grandes dosis de atención que harían que dejase de ser adaptativo. Por otro lado, bajar la velocidad, tomar más veces el modo slow o lento y consciente de la vida y el modo ser nos beneficia. Necesitamos volver al placer de caminar, de circular en bicicleta, de elaborar nuestras recetas y no alimentarnos siempre a golpe de microondas, de apagar la televisión y el móvil, de volver a conversar sin prisa.
Necesitamos decrecer en cosas para crecer en experiencias. Volver a conectar con nuestra esencia, con nuestra naturaleza, mucho menos artificial y mucho más igualitaria de lo que algunos cuentan y se esfuerzan en vendernos.
Construyamos más vida en lo pequeño, en los detalles, para saber apreciar y volver a ser conscientes de que, como en el siguiente video, cualquier instante, vivido de forma consciente, es un momento único y enormemente valioso.
Vivamos una vida más llena de vida. Vivamos más momentos de vida consciente.
Es por esta nueva filosofía de vida que muchas personas buscan lugares apartados llenos de naturaleza para ir a relajarse, repensar y vivir más intensamente incluso la experiencia de vacacionar, y buscan hoteles o ecolodge 5 estrellas en naturaleza y simpleza y no en lujo y confort.
Finca Exótica ecolodge es el lugar ideal para iniciar ese nuevo sentir de vida más consciente, ya que se encuentra en la paradisiaca Playa Carate en la Península de Osa, y a solo cuatro kilómetros del majestuoso Parque Nacional Corcovado, visítenos y llénese de vida en uno de los lugares más vivos del planeta.
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¡Les esperamos!